DIAGNÓSTICO, CONSERVACIÓN E INVESTIGACIÓN EN LA ZONA ARQUEOLÓGICA DE XEL-HA



Pruebas


PROYECTO DE DIAGNÓSTICO, CONSERVACIÓN E INVESTIGACIÓN DE BIENES MUEBLES ASOCIADOS A INMUEBLES ARQUEOLÓGICOS DE LA COSTA ORIENTAL Y SUR DE QUINTANA ROO. ZONA ARQUEOLÓGICA DE XEL-HA

La Zona Arqueológica de Xel-há se ubica 16 kilómetros al norte de Tulum. Tuvo ocupaciones desde el Clásico temprano (250 – 550 d. C.) hasta el Postclásico tardío (1200 – 1539 d. C.). Su larga ocupación se muestra a través de los estilos arquitectónicos de sus edificaciones. El proyecto se ha centrado en dos edificios, el Templo de Pájaros y el Templo del Jaguar, que aún conservan pintura mural con diseños pictóricos.

El Templo de Pájaros conserva dos pinturas murales que datan de los años 400 – 450 d. C. El muro divisorio de la estructura posee una pintura mural en cada cara: el mural de Pájaros y el mural del Mascarón (con influencia teotihuacana).

A lo largo del proyecto se han realizado periódicamente trabajos de conservación en las pinturas como limpieza y aplicación de algunos resanes y ribetes de protección puntuales. En la temporada 2019, la intervención fue más intensa, dando atención a todas las zonas en las que el mural presentaba hasta riesgo mínimo de pérdida.

Hacia el poniente de la zona arqueológica, al lado de un cenote abierto se ubica el Templo del Jaguar que forma parte del Grupo del Jaguar, datado a principios del Postclásico tardío (1200 d. C.). El templo, de un solo nivel, está configurado por una construcción interna con un vano de acceso (denominada Santuario). Al exterior, las fachadas laterales y frontal están rodeadas por una crujía corrida y varios vanos de acceso.

El santuario conserva diversas capas de pintura mural superpuestas en prácticamente todas las fachadas y muros interiores. La pintura más llamativa y emblemática se ubica en la fachada oriente y representa a un Jaguar en posición descendente.

Al igual que en el Templo de Pájaros, anualmente se aplican tratamientos de conservación emergente, sin embargo, en la temporada 2019, los tratamientos de conservación / restauración se realizaron de manera intensa.

Toda la pintura mural del santuario fue estabilizada mediante tratamientos de limpieza, consolidación, adhesión, aplicación de ribetes y resanes (a base de cal y cargas de la región). Las pinturas más expuestas a factores de intemperismo y que han sufrido una erosión paulatina se ubican en las fachadas oriente y poniente, la primera corresponde al mural del Jaguar Descendente.

Desde años anteriores, el proyecto determinó la necesidad de cubrir estas pinturas como una estrategia para su protección a largo plazo. Esta estrategia fue preparada desde temporadas anteriores con el fin de dejar la pintura estable y registrarla minuciosamente para poder reproducirla en una réplica y así mantener su accesibilidad a los visitantes.

Ambos muros fueron recubiertos con un aplanados de protección fácilmente reversible a base de cal; las réplicas de los diseños pictóricos se pintaron al fresco. Una vez seca se dio un acabado con apariencia de “pinturas antiguas”, lo cual impulsa la armonización con el resto de los elementos de su entorno. Los murales se encuentran en condición de estable, sin embargo, es fundamental continuar con el monitoreo, el mantenimiento y la atención periódica de zonas puntuales que así lo requieran.

Responsable de Proyecto

Patricia Meehan Hermanson

Responsables de Información

Patricia Meehan Hermanson,  Gabriel Severiano Flores y Vianey Duran Ortiz


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