Conservación de bienes culturales, de origen orgánico, procedentes de la Cueva de la Candelaria

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Conservación de bienes culturales, de origen orgánico, procedentes de la Cueva de la Candelaria, bajo resguardo del Museo Regional de la Laguna, Torreón, Coahuila.

La cueva de La Candelaria fue explorada en 1953 por un equipo interdisciplinario del INAH, siendo una de las cuevas más importantes de México por la gran cantidad de materiales recuperados; entre ellos, se cuenta con un vasto acervo de bienes elaborados con fibras vegetales, objetos que pertenecían a los individuos ahí depositados y que formaban parte de los grupos cazadores-recolectores de la región de la Laguna.

De los bienes elaborados con fibras vegetales destaca la gran variedad de textiles, algunos unidos por medio de costura para formar mantos de gran tamaño, que sirvieron para envolver los cuerpos y formar fardos o bultos mortuorios, y otros que formaban parte de la indumentaria. Además, se elaboraron otro tipo de tejidos con fines utilitarios como redes, bolsas, cestas, sandalias, cuerdas, hilos y adornos, entre otros.

Gran parte de la colección textil fue estudiada por la Dra. Irmgard Weitlaner-Johnson y conservada -en diferentes momentos- por especialistas de la CNCPC. Desde el 2014 el laboratorio de conservación de materiales orgánicos de origen arqueológico se ha dedicado al estudio y conservación de diversos objetos pertenecientes a la Cueva de la Candelaria, bajo resguardo del Museo Regional de la Laguna, en Torreón, Coahuila. El museo fue creado con el fin de resguardar esta colección y mostrar la cultura de los laguneros; por lo que los principios de conservación y restauración deben ir orientados a enaltecer la función didáctica del museo.

Dentro de los trabajos de conservación, realizados en cinco temporadas, se tiene como principio aplicar los criterios de respeto a la integridad del patrimonio cultural, buscar soluciones reversibles que permitan la retratabilidad de los materiales, intervenciones reconocibles que se integren visual y estéticamente al bien cultural y que permitan su mejor comprensión, resaltando su función didáctica y estética con la intención de proporcionar una visión clara del bien en la mente del interlocutor; prevaleciendo para generaciones presentes y futuras. Para ello, se realiza un trabajo interdisciplinario que permite la identificación de materiales, análisis de técnicas de manufactura, estudio y propuestas de materiales de conservación y reproducción de tecnología para comprender el trabajo realizado por los grupos de cazadores recolectores de la Laguna.

Los objetos seleccionados para su intervención están vinculados con el guion museográfico; sin embargo, por su naturaleza orgánica no deben estar expuestos de forma permanente, se requiere un proceso de rotación y resguardo para asegurar su preservación. Gracias a la gran cantidad de bienes recuperados en la cueva es posible efectuar la propuesta de rotación.

Entre los bienes que se han trabajado cabe destacar cestas con la técnica de enrollado en espiral, sandalias, objetos de adorno como collares de concha, huesos y semillas, así como textiles que se reinterpretaron para formar fardos mortuorios.

Responsable de Proyecto: Dra. Gloria Martha Sánchez Valenzuela

Participantes: Lic. Laura Jazmín Solís Gómez, Rest. Miriam Elizabeth Castro Rodríguez, Rest. Adriana Reyes García, Rest. Damarís Aguilar Jiménez, Lic. Itzel Sánchez Alonso, Mtra. Amaranta González Hurtado, Rest. Yael Julieta Montiel Pérez, Rest. Mirén García Turriza (ENCRyM), Rest. Zoara Sanders Salas (ENCRyM), Rest. Fabiola Ávila (ECRO), Dra. Alejandra Quintanar Isaías (UAM-IZ), Biol. Isabel Ambrosio (UAM-IZ), Fotógrafo Julio Martínez Broniman (CNCPC), Biol. Pablo Torres (CNCPC), Julio Brenan (CNCPC).




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